domingo, 21 de diciembre de 2008

Fake plastic.

Afortunadamente, todo lo que hacemos es por algo, independiente de lo que hagamos, siempre damos explicaciones por todo. Hoy no importan.
Todos tienen el poder de hacer el mínimo cambio. Aunque sea un poco. Roma no se hizo en un día. Eso sí, todos tenemos derecho, (como mínimo) a perder los estribos al menos una vez por semana. Los demás somos anormales. Los placeres mundanos son necesarios; después de todo, no es posible estar serio todo el tiempo. Qué placentero cometer una maldad. Romper lo establecido, hacer daño. Eso es, buscar el problema, encontrarlo y llevarlo a la práctica, esa es la idea, meter el dedo en la yaga. Lo más hondo posible. Sentir el dolor ajeno. Qué tontera. Quisiera saber lo que hago y por qué; no saber lo que se hace, es una estupidez. Pero hacer nada ni saber lo que se hace, ya es un pecado. Hay que estar siempre listos por si nos atrapan.