domingo, 10 de agosto de 2008

Feliz Día.

Mañana abriré un cuaderno, tomaré los antiguos lapices de cera y dibujaré una casa, con dos ventanas, una puerta, tejado y una chimenea. Tendrá una reja de madera, mucho pasto; tejado verde, una puerta amarilla, ventanas anaranjadas y una chimenea morada. En el jardín habrá un árbol, con hojas redondas y manzanas cuadradas. No haré nubes pero sí un sol. O quizás dos. Luego saldré corriendo por el pasillo de la casa, llegaré a la mesita de centro y bailaré aquella canción de Presley que tanto me gustaba, luego me pintaré la boca con el labial de mamá, me pondré sus tacos y me colgaré en el cuello sus collares. En el parque correré tras el perro, subiré a los arboles, haré dibujos en la tierra con una barilla; volveré a casa y tomaré leche con chocolate, le diré a la abuela que me prepare un pan con quesito derretido y por mientras veré la serie de las seis.

Nadie me advirtió que crecer doliera tanto.

1 comentario:

Anónimo dijo...

crecer no duele tanto como envejecer....piensalo