sábado, 23 de mayo de 2009

Así es como debe ser.

Me refugio en el humo del último cigarro que pensé tal vez me haría compañía, pero no. Estoy sola y hoy, ni las moscas me acompañan.
El tiempo pasa inexorable, veloz. Huye inquieto.
Quizás ni el tiempo exista en mí. Mis manos buscan algo que ni siquiera sé si existe. Invento un cuerpo, cuerpo que ni siquiera sé si siento, me pregunto qué es sentir, no sé si realmente alguna vez he sentido. Hoy, dudo de todo. Hasta de mí, de todo lo que hasta hoy he creído hacer. Quizás nada he hecho y mi cuerpo está cansado, no sé de qué. El día y la noche se mezclan y no sé si será tarde. Tantas palabras, guerras y bailes. La noche termina nunca, el reloj sigue vomitando minutos perdidos y el mañana no está escrito. No sé qué pasará en un par de horas más. No hay respuestas, las respuestas no importan.
Este es el menú de hoy.

Vacía estoy.

No hay comentarios: