miércoles, 20 de abril de 2011

La urgencia de unas vacaciones mentales.

Me canso porque a veces no puedo conmigo. Hoy no puedo.
Me cansa vivir la vida-uno: compuestita, peinadita, adornada, diciendo lo necesario y lo justo, pensando quinientas cuarenta y dos mil veces las cosas antes de hablarlas (o no hablarlas), comiendo mucho, durmiendo poco.
Me cansa vivir la vida-dos: complicada, tomando decisiones alocadas que en vez de decisiones parecen eventos cósmicos, haciendo cortocircuito a diario, comiendo poco, durmiendo mucho.
Quiero dejar la vida-uno aún sabiendo que la vida-dos es más cercana a la (auto)destrucción.

Varias veces al día mi cerebro hace clac clac y me traslada violentamente hacia el país de las cosas sin explicación.
Me autocondeno al exilio.

2 comentarios:

Impulsivo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

perdón, pero no