martes, 11 de diciembre de 2007

Dos a eme.

Me retuerzo entre las sabanas sucias,
estas, mis sabanas. Mientras fijo mi mirada en las paredes amarillas y nada.
Me he acostumbrado tanto a esto, a esto de no olvidar.
No olvido la manzana y su gusano,
las putas, la traición,
las calles, los bares,
los suicidios de los amantes,
los amigos y las copas,
las promesas rotas,
no olvido ciertas cosas.
No olvido que pronto será miércoles,
Sólo olvido que hay huesos en la carne.

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