martes, 1 de septiembre de 2009

Me quejo.

La primavera escupe demasiado.
Yo cuento puros cuentos: me vacío la boca y me lleno el cuerpo.
Saber quisiera cuándo llegas, por qué tardas tanto. Te creo todas las noches y te invento todos los días y te miro desde aquí y te grito callada: ¿por qué no me tomas la mano, y bailamos este baile pegajoso? envueltos en nuestros líquidos, fluídos, formas casi perfectas, en nuestro aroma casi eterno... vámonos a un lugar fuera del tiempo, a perdemos en el espacio ¡ven! yo te invito a crear, sentir, romper los dientes y la piel, chocar las cabezas y sudar, gemir, meter y sacar, entrar y salir, querer y dejar e irnos muy lejos, lejos, lejos.
Volar: crear mundos, universos, galaxias, planetas, sentir las estrellas en la boca.
Vibrar: estremecernos, gritar, embriagarnos, movernos, chillar, sentirnos dentro.
Quemarnos en el fuego efímero de la salsa húmeda y azul del cielo.
Caer en la arena, revolcarnos como dos locos, como dos perros dueños uno del otro.
¡Sucumbir de una vez por todas!
¡Hasta cuándo, hombre, te espero!
¡Sin límite devorar cuerpo y alma por separado, quiero!
Fundir, exprimir, succionar, morder.
Vomitar placer, sudar las ganas, expulsar. Apretar y soltar.
¿Cuándo?
Y es que, Señor, tengo un reclamo.

2 comentarios:

bufonazo dijo...

No desesperes...legara cuando tendrá que llegar...no hay otra...

Johnny dijo...

Muy sexy... como que da calor, riquito! =) Escribes demasiado bien, te pasaste! =)