viernes, 30 de julio de 2010

Algo parece que falta.

Tanta sensibilidad me aterroriza y hace que me duelan hasta las uñas de los pies. Más encima la maldita aparece cuando se le da la gana, ni siquiera avisa. Por último golpeara la puerta, pero no, la muy patuda llega y entra como Pedro por su casa invadiendo hasta el más recóndito rincón de este cuerpo mutilado.

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