domingo, 20 de noviembre de 2011

Menos turbación.

Mis entrañas estallan y percibo una humedad abominable empapando mis sábanas. Océano, mar, ríos, toda el agua del mundo y de las galaxias en un sólo lugar. Mi habitación anegada. Diluvio. Estoy despierta, más viva que nunca, ¡he resucitado! El poder de mi inconsciente ha sido BRUTAL, la revelación confirmada es cierta. Expulsé mi terror y mi sed de vida, cocinados ambos por la maquina de mi cabeza y los pasillos de mi imaginación tan... oportuna.
Mis fantasías, mis amores en tinieblas, mi amor al despilfarro mental, mi amor al todo ¡y a tod+s!, al universo, al culto, a la historia, al reloj y a las voces desafiantes.
Oh, wait. La hazaña aún no culmina.
Ahora me preparo para soñar en colores. Respiro hondo, muevo lentamente los dedos de mis pies, mis piernas comienzan a relajarse, me acurruco como un gusano inofensivo y me dispongo a dormir.

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