miércoles, 28 de mayo de 2008

Brindemos.

Destapemos la botella y descorchemos la vida, dejando que rebote contra el techo, y se derrame en la alfombra impoluta.
Estiremos los brazos al cielo, ¡hagamos un salud y traguemonos la luna!
A dentelladas le sacaremos la boca a las estrellas. Hambrientos. Sí, tan hambrientos.
El cielo cae inexorable, nos envuelve y la noche rebosante de oscuridad se mezcla con los cuerpos, celestes, de tanto tinto.
¡Salud, por la luna!
Que no se apague tan pronto.
Es así, los locos andamos propensos al amor, a la paradoja, al sueño de una noche de verano. El papel afila sus uñas. Y mi carne se hace nudo. La sangre se hace hebra, un ovillo que rueda sobre el pavimento.
Por eso, me desvisto aquí.
Y mi piel la dejo en el perchero, mi cabeza en el sofá y me saco los pies, para que descansen mis zapatos.

1 comentario:

AMARANTE dijo...

Champs amé ese qe empieza qe se lanza porqe eskucho VOLEMOS :| mui bueno. teqiero (L)