martes, 25 de marzo de 2008

Es la hora.

¡Eso es!
La radiografía cínica, la lasaña mal cocida, las tazas mal lavadas y el limpia vidrios eterno.
Quizás las fiestas grotescas y el vodka obligado, las orgías de cigarros, de zapatos chocando y de sudores en ensaladas. La teleserie sin fin y la película sin comienzo. Eso debe ser, todo cambia. Incluso los televisores.
Los niños ven la inocencia inocua y la tierra sin preservativos, contra la indecencia y la pereza, contra el sano y el insano, contra el payaso y su McCombo antropófago, contra la guerra y las malas lenguas, contra la verdosa envidiosa y la ignorante, ya los Tiempos del No-tiempo están tan insertos como quien devora el salmón de los domingos o como quien mordisquea las copas de tinto.
La tele era en blanco y negro, ahora es con surround y multicolor, pero más adelante será en décima dimensión. Han descubierto el agua tibia, que el fuego quema, que la lluvia moja, la música suena, la piel toca, el ojo ve
, los labios castigan, el sexo inspira. El Tonto es Tonto y el mundo de verdad era redondo.
La risa es intermitente, porque los Tiempos del No-tiempo están aquí. La carne es masticada sin pavor.

No hay comentarios: